Los Ríos de Alice (Wii U eShop)

Lo maravilloso de los cuentos ilustrados es que, en ocasiones, son una puerta más que a lo fantástico, a lo onírico. Una narrativa mínima, prácticamente un punto de partida para el lector, que pasará más tiempo observando que leyendo, poniendo mentalmente movimiento al mundo y voz a sus personajes.

Los Ríos de Alice es un videojuego, pero tiene alma de cuento. Mientras jugaba ha venido a mi memoria más de una vez Shaun Tan (Las reglas del verano, La cosa perdida) al compartir, con algo más de luz, unos personajes extraños y solitarios, y unos paisajes tan imposibles como cotidianos, que sólo pueden pasearse con la naturalidad del niño que sueña. Alice habla con estos personajes con pictogramas, igual que un cuento nunca escribe sobre la ilustración, porque las palabras son de un mundo distinto. Sólo rompen esa magia de tanto en tanto los libros que brotan con unas pistas que son, a su vez, citas de canciones de Vetusta Morla.

El trabajo de Delirium con la banda es digno de ejemplo. Las canciones no solo acompañan la acción, si no que establecen un diálogo de ida y vuelta con el propio juego. De esta forma, la música se introduce en el juego dando voz a los escenarios: los ecos de una cueva, las válvulas de vapor de una sala de máquinas o los pájaros que sobrevuelan una atalaya. Una banda sonora que va más allá de lo meramente bonito, que lo es, para darle fuerza y vida a los entornos. El propio juego tampoco se olvida de su parte en este diálogo, introduciendo incluso algunos puzles musicales, en los que deberemos usar nuestros oídos y no los ojos para encontrar ciertos patrones.

Ese tipo de rompecabezas sería uno de los que se encuentra Alice en el camino. Los hay también de piezas, de engaño, de idas y venidas buscando objetos… Tienen una mecánica deliberadamente clásica como la aventura point and click que es, pero con las suficientes dosis de ingenio y frescura para que los más experimentados nos podamos sentir «en casa» pero sin hacerlo todo del tirón. De cualquier forma, lo que más destaca es esa cohesión de lo visual, lo sonoro y lo jugable que crea momentos realmente especiales. El mío, contemplar un paisaje imposible, escuchando la música, mientras espero que el cielo se despeje para leer un mapa en las estrellas. Fantástico.

El juego es breve, unas dos horas y media me llevó completarlo. Puede ser menos de lo que estamos acostumbrados en un videojuego, pero también es más de lo que tardamos en leer un cuento. Aún así no siento que le sobre ni le falte nada, y también he de admitir que me ha seguido acompañando estos días, una vez apagada la consola. Tanto es así que es fácil volver a él por el puro placer de hacerlo, y esa concisión sin duda anima a hacerlo.

Los ríos de Alice es un cuento que se mueve y que se escucha, sin olvidarse nunca de que también es un videojuego que debe ofrecer reto e ideas originales en los controles. Un auténtico viaje por los sueños de una niña, sencillamente delicioso.[4]

Los Ríos de Alice: Versión extendida

Desarrollador: Delirium Studios

Editor: Delirium Studios & Pequeño Salto Mortal

Lanzamiento: 24 de septiembre de 2015 Europa, 1 de octubre América (7’99€/$7’99)