Guía – Lone Survivor: The Director’s Cut

No nos cansamos de deciros lo muchos que nos ha gustado en Nintenbit (1, 2) el juego de Jasper Byrne que ha llegado a nuestras Wii U gracias a Curve Studios. Por eso, y tal como os prometimos en el último podcast, hemos decidido crear esta pequeña guía cuyo objeto no es describiros minuciosamente todos los pasos y momentos de las historia, sino tan sólo daros unos pequeños consejos que os ayuden tanto a sobrevivir como a encauzar a vuestra voluntad la aventura de su anónimo protagonista.

Aun siendo un survival horror que recupera muchos elementos clásicos, Lone Survivor es un juego muy particular en el que el devenir de la historia se forja con cada decisión que tomemos. Cualquier pequeña acción o gesto, por pequeño que sea, cuenta. Y mucho. Los múltiples finales de la historia (cinco en total y que describiremos al final de la guía) van a depender del nivel de salud mental que conserve nuestro personaje, por lo que es necesario meditar con cuidado cada paso.

Tened en cuenta que es difícil dar pistas sin hacer «spoilers» del juego. Así que si queréis descubrir o experimentar todo por vuestra cuenta, dejad la lectura para más tarde (o al menos para cuando le hayáis dado una primera vuelta y entonces queráis descubrir todos los secretos del juego).

Sin más prolegómenos, ahí va nuestro decálogo para supervivientes solitarios:

– No a las drogas: O sí. Hay tres tipos de pastillas en el juego -verdes, rojas y azules- que podremos reponer de forma infinita, y están íntimamente ligadas con los tres finales principales del juego (que como explicamos al final también se clasifican por colores). No todas son buenas, pero nos podrán proporcionar valiosas visiones que nos ayuden a entender el por qué de algunas cosas, especialmente si las tomamos antes de un reparador sueño.

– Mens sana in corpore sano: Tener unas rutinas dentro de la normalidad ayudará a nuestro héroe a sentirse mejor física y mentalmente. Hay que comer y dormir cuando sea necesario, y no por capricho. El propio protagonista se encargará de informarnos de cuando es el momento de descansar o llenar el estómago.

La comida es fundamental. Más allá de lo obvio, como intentar no comer comida en mal estado, ratas o comida para animales, tendremos que intentar alimentarse de la mejor forma posible. Las galletitas o aperitivos están bien entre horas y de forma ocasional, pero nunca para darnos un atracón o directamente sustituir una comida completa. Como la vida misma.

Siguiendo con los tema nutricionales también es recomendable ponerse «cocinitas». Los platos previamente elaborados con los utensilios de cocina que iremos consiguiendo a lo largo de la aventura son la mejor opción. Ahora bien, si encima los combinamos, todavía mejor. Un plato de arroz hervido nos sentará muy bien, pero podemos aumentar mucho más el bienestar del personaje si le añadimos unas frutas por ejemplo. Así que si mientras exploramos nos encontramos algo descaradamente saludable, pero que en ese instante sólo podemos comerlo tal cual, quizá sea buena idea reservarlo hasta tener más ingredientes y darnos el festín de nuestra vida. ¿Quién no ha soñado con comerse una hamburguesa perfecta?

– Sé amable: No tendremos muchas oportunidades de interactuar con otras personas, por lo que hay que aprovechar esos momentos y portarse bien, lo que incide beneficiosamente en nuestro estado de ánimo. Todo el mundo tiene algo interesante que decir, así que más vale que no nos dejemos conversaciones por el camino, por irrelevantes que nos parezcan en un principio. Como muestra de buena voluntad, podemos ofrecerle a todo el mundo un objeto muy preciado por el protagonista (de los primerísimos que conseguimos en la aventura). La gente sabrá valorar el gesto y nos corresponderán en consecuencia.

Y no sólo podemos ser amables con la gente. Las plantas y animales tienen un papel especial en el bienestar de mucha gente, y en una soledad forzada como la que vive nuestro héroe puede ser un verdadero desahogo tratarlos con cariño.

– Violencia, la justa: Durante los primeros compases quizá sea inevitable deshacernos de alguna monstruosa criatura. Es normal o incluso necesario. De hecho el juego no nos castigará por ello… si paramos ahí. Una buena alternativa para evitar que tengamos que disparar más que Leon en Resident Evil 4 es utilizar las bengalas, que son un objeto inofensivo y valioso que siempre nos permitirá avanzar sin disparar. Algunos enemigos cambiarán de forma permanentemente bajo su luz brillante, volviéndose más peligrosos… y a la vez inofensivos. Una vez cambien de forma podremos pasar rápidamente entre ellos sin peligro. Disparar a criaturas indefensas quizá no sea la mejor idea. Las paredes, los trozos de carnes y la paciencia son tus mejores aliados para superar cualquier situación.

– En el medio está la virtud: Hay cosas que son realmente buenas, si no abusamos. Casi todo entra dentro de la lógica: un café, especialmente si es del bueno, nos hará sentir muy bien, pero con tres quizá acabemos de los nervios. Una chuche al día puede endulzarnos el paladar. Abusar de ellas puede darnos un dolor de muelas.

– Cuidado con la luz: Nuestra linterna alertará inevitablemente a las criaturas cercanas. No sólo deberemos ser prudentes para evitarlo, si no que hay que tener en cuenta que las pilas son un bien escaso. Si andamos por pasillos seguros o conocidos, quizá sea buena idea apagar nuestra linterna y guardarnos las pilas. En el futuro podríamos conseguir valiosos tesoros que las necesiten o utilizar la propia linterna para iluminar zonas oscuras, donde no se pueden recoger objetos salvo que el protagonista pueda ver con claridad.

– Lee y escucha con cuidado todos los consejos: Encontraremos pocas notas en el juego, pero todas tienen una doble lectura: nos explican algo del mundo y también nos dicen cuál es la mejor manera de hacer las cosas. Los comentarios del propio protagonista dicen más de lo que parece, también. Pueden ser tanto una reflexión de cómo se ve, cómo se siente, o bien directamente lo que intuye que debería hacer.

En cuanto a la gente, casi todo el mundo intentará ayudarnos, aunque lo hagan de forma sutil. Si sabemos escuchar, recibiremos una buena cantidad de consejos sobre cómo usar de la mejor manera los objetos o alimentos nuevos, o sobre qué ritmo de vida deberíamos llevar. Las pastillas pueden ayudarnos en nuestro camino para completar todos los finales, pero abusar de ellas puede desviarnos de todas formas. Estad atentos, cuando llega el momento de darle un descanso a las pastillas, alguien os lo dirá.

Finales

Los cinco finales posibles que aparecen en el juego se clasifican por colores y, como avanzábamos al principio de la guía, dependen del estado mental del protagonista, si bien en determinados casos, se requiere haber realizado algunas acciones concretas y haber completado previamente otros finales:

– Finales rojo, azul y verde: obtendremos cada uno de estos finales dependiendo de nuestro nivel de salud mental, influyendo bastante el tipo de pastillas que tomemos. El final verde puede considerarse como el «final bueno» y para ello será necesario cuidarnos al máximo.

– Final blanco: el final blanco lo conseguiremos empezando una nueva partida tras haber terminado al menos una vez la aventura y haciéndolo extraordinariamente bien de modo que terminemos con una salud mental excelente (prácticamente al máximo, por encima del nivel necesario para conseguir el final verde). En ese caso se nos abrirá una puerta en la zona final del juego, el Hospital, que anteriormente se encontraba cerrada.

– Final amarillo: para poder acceder a este final, que no requiere en realidad rejugar enteramente el juego, deben darse dos requisitos. El primero es haber obtenido el final blanco y el segundo es que en la obtención de dicho final hayamos ofrecido nuestra querida mascota de peluche a todos los personajes humanos, un total de cinco, que aparecen en el juego (incluido los que aparecen en sueños…).