Los dilemas de la eShop

Según a quién le preguntes, te dirá que los problemas que se le plantean a la eShop de Nintendo Switch son unos u otros bien distintos.

Si la pregunta se la formulas a unos cuantos articulistas que se han prodigado últimamente, su respuesta es que el principal reto al que se enfrenta la eShop desde hace una temporada es el de la visibilidad, un problema al que no es ajeno ninguna plataforma de contenidos digitales en cuanto crece un poco.

Es cierto que con la explosión en popularidad de Nintendo Switch los títulos llegan a la eShop «a paletadas» cada semana. Diez, doce, quince o incluso más puede ser el número de juegos que se estrenan de lunes a domingo en la tienda. Y el número no va a disminuir, todo lo contrario. Según las últimas declaraciones de Kimishima de hace tan sólo unos días, el plan es llegar a sacar entre veintre y treinta juegos indies por semana. Casi nada.

Aunque entre tantos títulos hay muchos excelentes, no se puede negar el riesgo de que los más notables queden enterrados entre las hordas de juegos de dudosa calidad, que no tienen otro fin que hacer dinero fácil aprovechando que la plataforma está de moda. Sin embargo, a contrapronóstico de lo que cabría esperar en una situación como ésta, la realidad es que a día de hoy más que encontrarnos con quejas lo habitual son las declaraciones de desarrolladores celebrando las buenas ventas cosechadas en la híbrida de Nintendo. Ventas que en muchas ocasiones superan, para sorpresa  del personal nuevamente, hasta las de la omnipotente PS4 o las de la propia Steam, que cuentan con una base de usuarios infinitamente mayor y, en teoría, con un mayor público objetivo interesado en este tipo de juegos.

Si bien no vamos a negar que la preocupación que exhibe esta corriente de artículos por la futura salud de la eShop tiene sus fundamentos, ante el evidente riesgo de saturación, no por ello dejo de percibir un cierto alarmismo que, en mi opinión, tiene en el fondo una crítica un tanto irracional al éxito de la consola.

Por un lado, quienes hablan de títulos sepultados bajo el mogollón me parece que ignoran, quiero creer que por puro desconocimiento, cómo está organizada la eShop, donde el contenido de verdadero interés tiene una exposición más que adecuada. Al margen del imprescindible buscador que permite filtrar por géneros o juegos con demos disponibles, ahí están recursos de lo más útil como son las secciones de «descubrir», «lanzamientos recientes», «ofertas actuales», «clasificaciones» (que son listados de los más vendidos y distingue además entre títulos exclusivamente digitales y los que no lo son) y «próximamente» en los que precisamente no aparecen títulos puestos al azar sino que se nota la mano del equipo de la eShop por destacar aquéllos que valen la pena y se quiere potenciar. No me canso de insistir en que es muy significativo el que en una consola de Nintendo, que siempre han cargado con el sambenito de que la gente sólo compra juegos first-party, apenas una pequeña parte de los títulos más descargados en la tienda digital sean de la propia compañía. Ahí lo dejo.

Por otra parte, los amigos de los nubarrones olvidan también que la labor de exposición no se limita a la propia eShop. Se extiende de forma muy bien intregrada al propio ecosistema de la consola, gracias al apartado de noticias, que está enfocado precisamente a promocionar los juegos más destacados de forma constante mediante listados, noticias, trailers y enlaces directos a la eShop. De las muchas lecciones que ha aprendido Nintendo con el fracaso de Wii U, estoy convencido de que una de ellas ha sido la de no volver a infrautilizar la interfaz de la consola de cara a la promoción de contenidos y evitar el fiasco de la infame plaza Wara Wara, que de poder ser una magnífico escaparate del catálogo se quedó en un recurso tan desaprovechado que dolía verlo.

Por último, no está de más reivindicar la labor de “curadores” que nos correponde, o nos atribuimos, a los críticos y medios, profesionales o no, pues hay que tener en cuenta en todo caso que una tienda en sí misma llega hasta donde llega, por múltiples razones.

De todas formas, y para que no se me entienda mal: sí, la eShop de Nintendo Switch va a tener un problema de saturación de contenidos con una oferta de juegos que crece de manera exponencial y unos jugadores cuyo tiempo para dedicarles es proporcionalmente decreciente. Cae por su propio peso que en un entorno donde la competencia crece sin parar destacar cada vez se convierte en algo más difícil. No obstante, eso es un problema muy distinto de que la eShop tenga un problema de visibilidad. Al menos hoy la eShop sigue siendo una tienda funcional, fácil de navegar y con suficientes herramientas para destacar y discriminar contenido.

Decía al comienzo que los dilemas que se le plantean a la eShop son varios dependiendo de con quien hables. Si me preguntas a mí, que como consumidor soy un tanto particular, una cuestión novedosa que se me ha planteado es la atención que le estoy dejando de prestar a la tienda digital conforme aumenta la oferta de juegos indies en formato físico.

El resurgir general del formato físico, complementado con nuevos modelos de negocio y distribución que apuestan por él como producto premium, han provocado que algunos usuarios nos encontremos en la tesitura de si comprar en la eShop o esperar a un posible lanzamiento físico, que tiene todos los números para producirse a poco que el juego tenga cierta popularidad o la suficiente calidad para que una editora apueste por él.

A pesar de que no siempre duele volver a recomprar un juego, la realidad es que con tantísimos lanzamientos uno intenta minimizar los casos, con los dilemas que ello conlleva. La inmediatez de la eShop hace difícil resisitirse a darle al botón de descargar y optar en su lugar por la caja y el cartucho, que a ciencia cierta muchas veces no se sabe cuando llegarán. Y la espera puede hacerse muy larga cuando los lanzamientos en uno y otro medio no son simultáneos. Que me lo digan a mí, que me costó reprimirme mientras Joan disfrutaba de esa obra maestra que es Darkest Dungeon o ahora mismo con Hollow Knight.

En definitiva, aunque sigo muy atento a la eShop, tengo que reconocer que ahora dedico mucho más tiempo a seguir los nuevos lanzamientos que aparecen listados en amazon o los anuncios de editoras como Nicalis, Limited Run Games o Merge Games, por citar sólo unas pocas. Y ello, claro está, se traduce en que las compras en la eShop se están reduciendo en mi caso a la mínima expresión. No es ni mucho un problema de grandes dimensiones, pero sí que creo que un buen número de usuarios pueden cambiar sus hábitos de compras de juegos olvidándose de la eShop, con el perjuicio que puede conllevar para las compañías y títulos más modestos.

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