Nintendo Switch, máquina todoterreno

No ha sido hasta ahora, unos meses después de su lanzamiento y según ha ido transcurriendo el verano, con el desajuste de rutinas que suele conllevar esta época del año entre viajes y vacaciones, cuando Nintendo Switch se me ha revelado como el auténtico monstruo todoterreno que es. Desde el día de su presentación, Nintendo centró su campaña de marketing en la posibilidad de poder jugar con ella donde quieras y cuando quieras. Y aunque no deja de ser un eslogan publicitario, la verdad es que no va nada desencaminado respecto a la experiencia real que ofrece la consola híbrida de Nintendo.

He llegado a este convencimiento poco a poco al comprobar de primera mano en situaciones de lo más variopinto, que Nintendo Switch es un cacharro versátil como pocos. No tiene rival en lo que hace en el mundo de las consolas a día de hoy. Así, igualmente me ha servido para sobrevivir durante un insufrible viaje de seis horas en autobús; que para amenizar un vuelo atravesando el Mediterráneo; echar una improvisada pachanga multijugador en casa de familiares y amigos (en modo tabletop o en pantalla grande); quedarme dormido y abrazado a ella tras una partida rápida de última hora en la cama; o darme el gustazo de dedicar una buena sesión de juego en la tranquilidad del hogar pasando rápidamente de una televisión a otra, en busca de un poco de paz mental cuando las peques están más revolucionadas de lo normal. Wii y Wii U también las moví mucho en su día (soy de los que no tienen problemas con llevarse una consola a cualquier parte), pero la facilidad y comodidad que ofrece Switch gracias a su forma de portátil o la facilidad de cambiar de tele o incluso transportar el dock, pues al fin y al cabo el conjunto ocupa poco, hacen la experiencia incomparable. Esto es otro nivel.

Lo que está claro es que el tipo de uso que cada uno le da a la consola puede ser muy diferente, algo de lo que son muy conscientes en la propia Nintendo. En una entrevista a uno de sus directivos, éste relataba cómo dentro de la compañía saben que una parte de los usuarios no la saca del dock y otros tantos la utilizan exclusivamente como portátil. Sin embargo, lo más interesante de lo que contaba es que la mayoría de los usuarios de Switch juegan con ella de las dos formas aprovechando la versatilidad que ofrece. No me extraña demasiado, pues en mi círculo más próximo hay de todo. Visto lo visto, e independientemente de la acertada estrategia publicitaria de Nintendo, es innegable que esta naturaleza híbrida de Switch es su verdadero sello de identidad. Me atrevería a decir que es su propia indefinición, ni consola de sobremesa ni consola portátil, la que la define y hace de ella una consola única, moderna y tan atractiva para muchos.

Pero para mí la versatilidad de Switch va mucho más allá de su hardware y sus múltiples formas de uso. Pese a que durante estos primeros tiempos se ha extendido la creencia de que carece de catálogo (¿de qué me suena esa cantinela?), lo que veo dentro de su su aparente reducido número de títulos disponibles, es que existe una gran variedad de géneros y tipos de juegos que casan a la perfección con el espíritu de la consola. Tenía razón Joan cuando me comentaba en uno de nuestros últimos podcast que si ibas a cualquier gran superficie llamaba la atención los pocos títulos que había disponibles para la consola, sobre todo en comparación con una competencia con unos catálogos más que asentados. No obstante, mi visión particular va un poquito más lejos que la de los los compradores más tradicionales. Entre títulos de importación y otros menos conocidos, indies o no, que se editan aquí en tiradas más pequeñas y de presencia reducida en tiendas física, a los pocos meses de vida de la máquina me he plantado con una docena de juegos en cartucho muy diferentes entre ellos. Y me estoy dejando la eShop.

Llegados a este punto, y viendo el desarrollo que está teniendo el catálogo de Nintendo Switch con desarrolladoras y editoras, grandes y pequeñas, sumándose al carro cada día, cabe preguntarse cómo se irá configurando aquél con el tiempo. ¿Se parecerá en algo al de sus antecesoras? Salvo por ciertos juegos claves first party de inicio, al de Wii U se parecerá poco, por razones obvias. En cuanto al de Wii, y al margen de los muchos paralelismos entre ambas máquinas, me extrañaría que de momento suframos una invasión de shovelware. Lo más característico de Nintendo Switch, como apuntaba el reputado Jeremy Parish en uno de sus artículos, es que en la nueva máquina parece abrirse un nuevo espacio en el mercado físico para la editoras medianas e indies (ahí tenemos entre otras a Nicalis a todo tren), que a la larga no tiene por qué ocupar un espacio residual, y que junto con el software first-party de primerísima calidad puede terminar configurando un panorama bastante distinto de lo visto hasta ahora en una consola de Nintendo.

Con su particular combinación de hardware y software, capaz de apelar a usuarios de lo más diverso gracias a su posibilidad para amoldarse a las diferentes necesidades y preferencias de cada uno, Nintendo Switch se está convirtiendo en una máquina singular, que con probabilidad va a marcar tendencias en un un futuro próximo. Parece que Nintendo lo tiene muy claro: Be water, my friend.

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