Bayonetta 2 (Wii U)
|Veni, vidi, vici; malefica dixit. Si ya el primer Bayonetta fue de lo más destacado de la generación pasada, su sucesor no sólo no deshonra a la familia, sino que sabe potenciar sus cualidades para ir reservándose un lugar entre la élite de la generación actual. Y eso que no era fácil colmar las expectativas tras lo que Platinum Games nos ofreció con The Wonderful 101 y lo que supuso el inicio de la saga que nos ocupa.
Bayoneta 2 es un “hack’n slash” de estructura típica; a saber, mamporros a diestro y siniestro y un argumento, de secundario protagonismo, que sirve de (muy) bonito envoltorio para enlazar fase tras fase. Es un título que no supone una gran revolución, ni presenta mecánicas sorprendentemente innovadoras, pero derrocha tanto estilo, personalidad, diversión y perfección jugable, que adquiere una identidad propia y se proclama nuevo referente del género.
Estamos ante un juego único que sólo admite comparación con su primera parte. Respecto a éste, es bastante continuista en ciertos aspectos pero se muestra muy superior en todo. Como no podía ser de otra manera, la bruja Bayonetta sigue siendo protagonista, aunque esta vez no sólo se enfrentará a las huestes de Paradiso, sino que hará lo propio con los inquilinos de Inferno mientras encara una suicida misión de rescate. Visualmente la diferencia es tremenda, con una belleza, nivel de detalle y fluidez netamente superiores. En el aspecto jugable presenta, entre otras cosas, mecánicas nuevas, mayor diversidad de enemigos y más y mejor presencia de las invocaciones demoníacas durante la acción. Todo ello hace que el desarrollo del juego sea más emocionante y espectacular, si cabe, y que el excelente primer título se vea ensombrecido a su lado.
Bayonetta 2 nos sitúa ante una megalómana y colorida (a diferencia de la primera parte) ambientación que acompaña a la erótica bruja protagonista, rematada con un acabado técnico de alto nivel y un diseño artístico aún más sobresaliente. Pero de lo que viven este tipo de juegos de endiablada acción, es de velocidad y fluidez, y Platinum Games, como buenos expertos en el género, no podían fallar en ese aspecto. La acción discurre «como alma que lleva el diablo» (nunca mejor dicho). Acción extrema y salvaje fluyendo a semejante ritmo que es inevitable que una sonrisa de placer jugable se dibuje en tu cara (o una boca abierta en su defecto) y que, al acabar el capítulo, caigas rendido ante lo que tus ojos han presenciado y tus dedos han provocado.
Y es que el juego comienza ya con mucha intensidad; tanta, que dudas que a lo largo de la aventura se pueda mantener el nivel de acción y emoción o que la mecánica no se vaya a volver repetitiva. Nada más alejado de la realidad. La jugabilidad se va alterando a lo largo del juego; ya sea con la adquisición de armas, técnicas y equipamiento; como con mecánicas totalmente distintas tomadas de otros géneros. Por otra parte, son varios los momentos en los que el juego se desata presentando situaciones con una emoción y espectacularidad tal, que deja en pañales a la secuencia final de muchos otros juegos de acción. Mención aparte merece el espléndido último tercio, en el que el juego se enrosca en una espiral ascendente absorbiendo al jugador como si de una invocación más de Bayonetta se tratara; todo aspecto del juego muestra lo mejor de sí mismo y la historia comienza a mezclarse con la de la primera parte para formar un adictivo galimatías.
Jugablemente se sustenta en las mecánicas del primer juego y las mejora. Muchos movimientos, variedad de armas para manos y pies, ataques especiales, torturas y castigos, Tiempo Brujo, invocaciones infernales (¡oh, Clímax de Umbra!) y combos, muchos combos para componer un sistema de lucha muy ágil, profundo y variado del que es difícil cansarse. El repertorio de la bruja es bastante amplio. Entre los ataques básicos y las técnicas desbloqueables, el «baile» resultante puede ser de lo más elaborado y diverso. Con todo ello, aunque para nada nos encontramos ante un juego difícil, llegar a dominar por completo el sistema de lucha y conseguir buenas puntuaciones requiere de cierta dedicación, maña y de muchos objetos para desbloquear y comprar.
Y tras repartir leña durante unas 13-15 horas, llega la última clave del juego. Y es que a poco aficionado a los juegos de acción que seas, al finalizarlo no querrás quedarte en los créditos. Tras frotarte los ojos para creer lo que has vivido durante tus últimas jornadas de jugador, necesitarás seguir dando caña a ángeles y demonios una y otra vez mientras vas ganando control sobre cada uno de los movimientos de la bruja. Hazlo, no hay problema, pues como era de esperar, la rejugabilidad es otro de sus puntos fuertes. Mejorar puntuaciones (para desprenderte de los vergonzosos trofeos de piedra); encontrar esos versículos ocultos que se te escaparon; comprar la gran cantidad de técnicas, accesorios y trajes; varios personajes jugables; o distintos tipos de coleccionables y desbloqueables, acabarán por alargar la vida de este enorme juego. En una sola vuelta sólo habrás arañado su superficie y, si el modo de un jugador no te parece suficiente, siempre podrás pasar algún rato en el modo cooperativo online.
Posiblemente se pueda comentar también algún aspecto negativo, pero por el mero hecho de sacar alguna pega. Quizás alguna mínima carencia gráfica (que no afecta para nada a la impresión general) o lo anecdótico del modo online; pero qué queréis que os diga, yo no seré capaz de recordarlos cuando dentro de unos años eche la vista atrás para rememorar el que posiblemente sea uno de los mejores “Hack’n Slash” jamás creados, si no el mejor.[5]
Crítica por Raúl Tomás.
Bayonetta 2
Desarrollador: Platinum Games
Editor: Nintendo
Fecha de lanzamiento: 24 de octubre de 2014 (39’99€ Europa/ 39’99$ América)
Faltan las palabras para poder describir todo lo que ofrece la, ahora si que si, saga Bayonetta. Platinum, con tan solo dos entregas, ha conseguido que Bayonetta no solo llegue al Olimpo de los clásicos, si no que se haga un hueco a base de lo que mejor sabe hacer, de golpes físicos y, a veces más dañinos si cabe, verbales :P. Porque Bayonetta no es solo un juego, es un icono. Es una forma de entender los videojuegos, una forma de crear y mostrar la psicología de los personajes. Porque este juego consigue lo que muy pocos pueden hacer, que te interese más lo que tiene que decir Bayonetta, que la misma historia en sí.
Solo me queda desear que Nintendo no deje escapar a nuestra brujita. Como la luna que da poder a Bayonetta, Nintendo debe seguir apostando en su «luna nueva» con más Bayonettas, Project Zeros, Devil’s Thirds, Eternal Darkness, etc, que complementa a la perfección su «luna llena», de Marios, Zeldas y compañía.
Esta segunda entrega es bestial, me ha parecido fantástica en todos los sentidos, intachable. La prueba de que con talento cualquier cosa puede ser aún más maravillosa. Es un juego de «mesita de noche», de tener cerca, de jugarlo mucho e ir volviendo a él de vez en cuando. Su filosofía impide que caduque, que te lo sepas, que lo juegues con los ojos cerrados.
Lástima que Platinum dé estas lecciones de diseño de juegos sin alcanzar el gran éxito que sin duda merecen. Porque son lecciones realmente, para el que las quiera escuchar. Es como los cómicos de cómicos, que no hacen reír al gran público pero sirven de punto de partida para otros cómicos. Pero en videojuegos, claro.
que grande este juego, sin duda se merece ser un 5 estrellas 🙂